
Palacio de Benacazón

Prepárate para vivir el Congreso en un escenario digno de una novela histórica (con algo de magia incluida)
Este 2025, nos reuniremos en el Palacio de Benacazón, una joya del arte mudéjar enclavada en pleno corazón de Toledo.
Construido en el siglo XIV (cuando aún se llevaban las armaduras y las conspiraciones), el palacio destaca por sus arcos lobulados, sus azulejos de mil colores y un patio interior que parece sacado de Las mil y una noches… o al menos de una serie buena de época. Cada rincón respira historia y elegancia, pero sin perder ese aire acogedor que tanto necesitamos después de una buena ponencia.
Y como todo buen palacio toledano… también tiene su leyenda: se dice que entre sus muros aún susurra el fantasma de una dama noble, conocida como La Mora de Benacazón, que llora por un amor imposible perdido entre culturas. Algunos afirman haber sentido una brisa helada al pasar por el zaguán… otros simplemente disfrutan del fresquito toledano.
En resumen: historia, belleza, misterio… y un Wi-Fi excelente. ¿Qué más se puede pedir?

Fachada principal del Palacio de Benacazón
Una puerta al pasado: el arco de herradura con azulejos mudéjares nos da la bienvenida al corazón del Congreso. Aquí empieza el viaje.

El patio interior: calma y frescura entre columnas
Centro neurálgico del palacio y futuro punto de encuentro entre cafés, ideas y alguna que otra conspiración académica.

Detalles que cuentan historias
Celosías, escudos y forja toledana: cada rincón del Palacio de Benacazón guarda siglos de arte y simbolismo.

Vista desde la calle Recoletos
Entre callejuelas con encanto se alza discretamente el palacio. Dicen que en Toledo, lo mejor está siempre tras la próxima esquina.