Editorial

El pasado día 16 de octubre, se celebró en el Hospital Universitario “Reina Sofía” de Córdoba el segundo de los dos actos anuales con el que la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía reconoce la obtención por parte de los profesionales sanitarios andaluces, de los certificados que acreditan la calidad del trabajo realizado, tras haber finalizado sus Proceso de Acreditación de Competencias con la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía*1.

En este acto, 292 profesionales de la sanidad pública andaluza recibía la felicitación y el reconocimiento de los máximos representantes de la Consejería de Salud, del Servicio Andaluz de Salud y de la propia Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía.

Para alcanzar este reconocimiento, estos profesionales han iniciado y finalizado con éxito un proceso de acreditación de competencias, a través de un modelo de certificación que se basa en la práctica real del profesional, reconociendo sus logros en el ejercicio diario, e impulsando la mejora y el desarrollo profesional continuo.

Este modelo, novedoso en el contexto del Estado, responde, además, a un concepto de acreditación dinámico, en el que los profesionales sanitarios pueden revisar su práctica diaria, manifestando un determinado nivel de competencia que, o bien poseían previamente, o han alcanzado tras culminar el proceso de acreditación.

En la actualidad, son ya 1080 los profesionales que han completado su certificación desde el inicio del Programa de Acreditación de Competencias Profesionales a mediados de 2006, impulsado por la Consejería de Salud. A este número hay que añadir los casi 8.000 que se encuentran en la actualidad en alguna fase del proceso, lo que indica la consolidación del Modelo de Acreditación Andaluz, que está sirviendo como base al que desarrollan otras comunidades autónomas, como Aragón y Castilla-León.

En este sentido, hay que destacar que este programa de acreditación pretende observar y reconocer en qué forma la atención sanitaria que prestan los profesionales responde al Modelo de Calidad del Sistema Sanitario de Andalucía, en relación con diez criterios, que hacen referencia a: La orientación al ciudadano, la promoción de la salud, la atención al individuo y la familia, la gestión por procesos, el trabajo en equipo y la actitud de progreso y mejora continua. Asimismo, estos criterios recogen también el compromiso con la docencia y con la investigación, el uso eficiente de los recursos y la orientación a resultados.

Es un hecho sobradamente conocido que el reconocimiento de las buenas prácticas profesionales, es una herramienta estratégica que conlleva grandes cambios positivos dentro de una organización. Numerosos estudios, como los realizados por la prestigiosa consultora Gallup sobre el reconocimiento al empleado, señalan como los lugares de trabajo con una mayor tasa de eficacia y eficiencia, poseen un elemento común: una cultura de reconocimiento. De igual forma, en un conocido estudio de Bearing Point sobre las 'Políticas de Reconocimiento y Recompensas en España'*2, se destaca que la mayoría de las empresas del estudio están convencidas de que el reconocimiento y la recompensa tienen una influencia decisiva en el desempeño de sus profesionales.

Esta es la filosofía con la que en Andalucía tiene lugar la implantación y desarrollo de su Modelo de Acreditación de Competencias Profesionales, el cual se basa en la premisa de que el profesional sanitario es una clave para la modernización y calidad del sistema sanitario, mucho más que las tecnologías o las formas de trabajo.

El Modelo de Acreditación de Competencias Profesionales es uno de los varios caminos a través de los cuales los profesionales sanitarios pueden encontrar satisfacción a sus inquietudes de desarrollo profesional continuo, según se recoge en las tres grandes leyes promulgadas en 2003*3 que establecen como: la formación continuada, la carrera profesional y la evaluación de competencias, son las sendas por las que los profesionales avanzan y progresan en el desarrollo de su actividad, contribuyendo con ello a la mejora del sistema sanitario.

En la actualidad los profesionales sanitarios en Andalucía disponen de 63 mapas de competencias diseñados para reconocer los logros alcanzados por parte de los profesionales en su práctica real y diaria, y para impulsarlos hacia el desarrollo profesional y, con ello, hacia la mejora continua.
Debemos, pues, saludar realidades como las que ya se viven en Andalucía en relación con el reconocimiento del esfuerzo y la buena praxis de los profesionales sanitarios.

Solo podemos poner un punto de reparo a lo realizado hasta ahora en este sentido: el no haberse editado, hasta el momento, un Mapa de Competencias Específico de la Enfermería de Urgencias Emergencias Hospitalaria, como ya existe el mapa de Enfermería de Emergencias y Urgencias Extrahospitalarias.

Esta carencia hace muy complejo el proceso de acreditación de los profesionales de los enfermeros y enfermeras de estas Unidades ya que han de hacerlo en el Mapa de Competencias de la enfermería de atención hospitalaria, en hospitalización y cuidados especiales, cuyas pruebas están orientadas hacia funciones asistenciales de hospitalización, que guarda importantes diferencias con las funciones que se desarrollan en los Servicio de Urgencias Hospitalarios.

Desde estas páginas, la SEEUE, como Sociedad Científica de exclusiva orientación hacia la Enfermería de Urgencias y Emergencias, ofrece y brinda a la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía  a través de su Delegación Territorial en Andalucía (SEEUE- Andalucía), y a cuantas otras organizaciones –políticas, sociales o profesionales-, lo demanden, toda la colaboración de esta Sociedad y de sus Delegaciones Territoriales, para establecer los criterios tendentes al establecimiento de aquellas pruebas que sean necesarias incluir en los mapas de competencias que evidencien las buenas prácticas de los profesionales de la enfermería de urgencias y emergencias, tanto hospitalaria, como extrahospitalaria.

Porque es nuestro ámbito de competencias, sabemos lo que se debe hacer, para demostrar que hacemos lo que debemos hacer.

La SEEUE comparte el principio que señala que, para que los profesionales sanitarios puedan desarrollarse y alcanzar sus más altos logros, deben destacarse y orientarse hacia la excelencia, y que la mejor forma de ayudarles a lograrlo, es ofreciéndoles las posibilidades de demostrar sus competencias y el reconocimiento eficaz, sincero, público y permanente de sus logros.

Cada día miles de enfermeros y enfermeras se esfuerzan en su trabajo, desean alcanzar el éxito, quieren que su trabajo sea apreciado y sus esfuerzos reconocidos. Se trata de una cuestión de necesidades básicas humanas, de reconocimiento y aprecio que todos necesitamos.

Si las organizaciones sanitarias logran satisfacer sus aspiraciones, con toda seguridad podrán lograr establecer un entorno asistencial, agradable, motivador y adecuado para el logro y la obtención de un reconocimiento que supondrá una garantía de calidad, de eficiencia y de seguridad. Reconocimiento como el que ya han alcanzado los 1080 profesionales que han completado su certificación en el Sistema Sanitario Andaluz.

Y el reflejo que todo esto podrá tener en el ámbito económico (Carrera Profesional), o los beneficios derivados de estos logros, podrán hacer que estos profesionales estén satisfechos con su trabajo. Pero al igual que ocurre con los clientes, la satisfacción no significa fidelidad, esta sólo se logra con la identificación que estos procesos promueven con los valores y la cultura de una organización que plantea atractivas oportunidades de desarrollo profesional y una eficaz política de reconocimiento.

Las organizaciones que no sepan utilizar estratégicamente la motivación que conlleva el reconocimiento para promover la excelencia de sus profesionales, corren el grave riesgo de renuncian a atraer y genera talento, desmotivar en su obtención o mantenimiento y, consecuentemente, se orientan hacia un horizonte de mayores costes laborales, una disminución de la productividad, un incremento de los riesgos para la seguridad. En definitiva, una disminución de la calidad y la imposibilidad de poder establecer un compromiso humano y profesional de su capital más valioso: las personas.