Sociedad Española de Enfermería de Urgencias y Emergencias

 Número 52

Junio 2007  

 

 

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de Enfermería

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Editorial

 

METODOLOGÍA DE CUIDADOS EN LA ATENCIÓN PREHOSPITALARIA URGENTE, PREGUNTAS Y RESPUESTAS

¿Qué supone para ti (ventajas/dificultades) trabajar el proceso enfermero en una emergencia?

     Supone una adaptación en la aplicación de los cuidados hacia un método estructurado en una serie de etapas (valoración, detección de problemas, planificación, intervención y evaluación) que contemplan una visión integral de la persona. Su objetivo final es ayudar o suplir al paciente para que se vean cubiertas sus necesidades básicas, que se han visto alteradas por un problema de salud. Especialmente en emergencias focalizaremos nuestra atención sobre aquellas necesidades fisiológicas que amenacen la vida, pero no pasaremos por alto el resto de respuestas que puedan manifestarse, sino que también trabajaremos sobre ellas buscando su estabilización, para conseguir una respuesta favorable en el aspecto fisiológico y humano.

A veces se asocia el proceso al registro de enfermería, ¿Cuál crees que es la causa?

     Cuando se ha tratado de implantar el proceso enfermero, el cambio más inmediato, o el más llamativo, que hemos percibido, ha sido la cumplimentación de un nuevo registro de enfermería o la modificación de uno que ya existía. Sin embargo esta es una visión sesgada, el registro es una mera herramienta para dejar constancia de nuestro trabajo, nada más.

El proceso enfermero ¿en qué beneficia al paciente?

     Los principales beneficios que obtienen los pacientes a los que prestamos cuidados pueden concretarse en dos:

  • Atención integral (holística): Pues se valoran y se aplican cuidados sobre las necesidades fisiológicas y también sobre la respuesta emocional, comunicación, conocimientos, etc... que presenta la persona ante una situación de alteración de su salud. Esta visión integral del paciente está presente en las recomendaciones y manuales de las distintas sociedades científicas internacionales como la AHA (American Heart Asociation), la ENA (Emergency Nurse Asociation) o el ERC (European Resuscitation Council). Y a nivel nacional, otras sociedades científicas como la SAECC (Sociedad Andaluza de Enfermería de Cuidados Críticos), la SEEUE (Sociedad Española de Enfermería de Urgencias y Emergencias), el Consejo Nacional de RCP, o el Observario Nacional de la Metodología Enfermera (órgano del Sindicato de Enfermería SATSE), también recomiendan la aplicación de cuidados que fomenten la atención integral del paciente, no sólo para cubrir las necesidades desde un punto de vista humano, sino para obtener un beneficio en las necesidades fisiológicas alteradas.

  • Facilita la continuidad de cuidados: Utilizando herramientas de lenguajes estandarizados y consensuados, estructurados a lo largo de las diferentes fases del proceso de cuidados. Además de buscar activamente la transferencia de información, también fomenta la interrelación en la aplicación de cuidados con el resto de niveles asistenciales.

¿Puedes narrar algún caso en que la aplicación del proceso enfermero ha sido especialmente valioso?

     Todos los pacientes se ven beneficiados de los cuidados enfermeros. Todos los enfermeros trabajan, de manera más o menos consciente, con un método de cuidados. Se trata de que ese método de cuidados se aplique de la manera más estructurada posible, acogiéndose a un modelo de cuidados de enfermería concreto, que oriente en la prestación de los mismos, con rigor científico, con la utilización de los lenguajes consensuados para ello y dejando constancia de los cuidados aplicados mediante el registro.

El proceso enfermero ¿qué ventajas aporta a la continuidad de cuidados del paciente?

     Especialmente en nuestro entorno de trabajo, el medio extrahospitalario, se aprecia significativamente el potencial beneficio que aporta el proceso enfermero a la continuidad de cuidados. Esto es debido a que, en la mayoría de nuestras asistencias, vemos limitada nuestra actuación por factores como el tiempo, el lugar de la asistencia o los recursos disponibles. Por ello, la prestación de cuidados que iniciamos ha de continuarse en el siguiente nivel asistencial. El proceso enfermero contribuye a esta continuidad, pues se identifican necesidades alteradas, se marcan objetivos y se inicia intervención, e incluso se vuelve a valorar qué resultado hemos obtenido con nuestra intervención. En la transferencia a otro nivel asistencial se comunica toda esta información utilizando para ello un lenguaje estandarizado. De este modo los compañeros de otros niveles asistenciales pueden seguir prestando sus cuidados de una manera más coordinada. Obviamente, debemos ser realistas y todos conocemos las limitaciones, en este aspecto, del Sistema Sanitario Público. Es cierto que esta continuidad de cuidados, relacionada con la metodología del proceso enfermero, está encontrando dificultades con el nivel hospitalario, por lo que deberemos seguir trabajando en este nivel. Pero, por otro lado, con otros niveles asistenciales, como son las Enfermeras Comunitarias de Enlace (ECE), se están obteniendo unos resultados más alentadores, gracias a las derivaciones que hacemos desde los equipos de emergencias a las ECE.

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