Sociedad Española de Enfermería de Urgencias y Emergencias

 Número 44

Septiembre 2006  

 

 

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de Enfermería

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Editorial

 

MA$$MEDIA Y EL LENGUAJE DE LOS CUIDADOS

     Mucho ha llovido ya desde la aparición en una serie de televisión de gran éxito nacional, que narraba las aventuras y desventuras de un médico de atención primaria y su familia, de un personaje femenino que trataba de representar la figura de la enfermera en un centro de salud del sistema nacional. Levantó las más enérgicas y rotundas protestas de los colectivos afectados (sindicatos, colegios, asociaciones, ...). La imagen típica tópica y estereotipada mostraba una cuidadora profesional donde se incentivaban más sus virtudes físicas, para lo cual hacía uso de un vestuario y demás productos cosméticos acordes, dejando olvidadas sus virtudes profesionales que, prácticamente no hacían acto de presencia en los guiones, más allá de las actuaciones supeditadas a las directrices del médico, amo y señor del plan terapéutico de los usuarios, o más bien, pacientes. Posiblemente fuese la primera vez, o al menos la más ruidosa hasta entonces, que los profesionales de la enfermería protestaban por la imagen que de ellos se estaba trasmitiendo a los espectadores.

     Y es que la imagen de la enfermera ha sido, es y será un “filón” de oro para que los guionistas y productores dejen volar su imaginación, lo de menos es que tenga poco que ver con la realidad. Vaya por delante nuestros máximos respetos a todos aquellos profesionales del mundo de la información, publicidad, cine y multimedia en general, que hacen su trabajo tras un intenso esfuerzo de documentación y preparación, mostrando un reflejo más acorde y real de la profesión enfermera. Estos últimos muy buenos y pocos, aunque también los hay, ... tal vez porque interese má$ la imagen que de la profesión enfermera muestran los primeros.

     Es cierto, querido lector, lleva ud. razón, ... no se puede luchar con la imaginación y, a veces, incluso la realidad supera a la ficción. Pero, ¿no podría respetarse al menos un acuerdo de mínimos?, ... aunque no sea del todo satisfactorio, pero al menos eso, unos mínimos. Ejemplos dedicados a los señores guionistas y productores; estimados Sres/as: desde hace mucho tiempo, en los hospitales y demás centros sanitarios, hay enfermeras y no sólo médicos, al igual que otras muchas profesiones sanitarias y no sanitarias, pero... ¿por qué siempre los protagonistas de sus series, largometrajes, anuncios publicitarios, ... son los médicos? Por cierto, a veces, incluso, no sólo hay enfermeras sino que, aunque les pueda parecer “escandaloso”, también hay enfermeros, ... ¡sí, sí, ... cómo lo oyen, ... enfermeros! ¡Dónde vamos a parar! Por si fuera poco, estos enfermeros/as no llevan cofia (mis fuentes me informan que desde hace muchísimos años, aunque existen algunos efectos residuales). Por otro lado, estos profesionales de la enfermería, se atreven no sólo a trabajar en equipo, sino que también trabajan aplicando cuidados por propia iniciativa, amparados por la ley y de manera independiente en muchas ocasiones al médico. Es decir, poseen un rol autónomo. Esto último creo que no aparece mucho en las noticias, series y películas que vemos diariamente.

     Son muchos los ejemplos de servicios informativos de gran prestigio en nuestros país, por eso mismo es lamentable escuchar que, estos mismos profesionales, todavía se dirigen a nuestra profesión como “ATS”, ... quisiera recordarles que, desde hace casi 30 años no nos llamamos así, sino que somos Diplomados en Enfermería o simplemente Enfermeros/as. Lo del nombre es importante para nosotros, no sólo por el cambio de denominación, sino porque representa mucho más, en su día representó la evolución de toda una profesión, no lo minimicen por favor. Hace unos años, los servicios informativos de todo el país, concretamente los de las secciones de deportes, memorizaron en menos de 24 horas el nombre del fichaje estrella del Atlético de Madrid, se llamaba Jimmy Floyd Hasselbaink, ... vaya nombrecito. En mi humilde opinión la palabra enfermera/o es, gramaticalmente, mucho más fácil de escribir, leer y memorizar, pero ustedes no lo hacen, sencillamente no lo entiendo. ¿A qué se debe esto, ... falta interés, documentación, motivación, formación, preparación, ...?

     La situación actual, lamentablemente no es muy alentadora. Las series televisivas de contenido sanitario son abundantes, pero la imagen que se da de la profesión enfermera sigue siendo, cuando menos, mejorable. Hay para todos los gustos, ... en una serie nacional, donde se representan los sucesos de un hospital, principalmente de urgencias, la profesión enfermera aparece “etérea y nebulosa”, más preocupada por las relaciones sentimentales entre los profesionales que por su labor profesional, labor ésta que se reduce a “lo que diga el Dr”, ... sinceramente, yo no “ligo” tanto en mi trabajo. Normalmente las series extrajeras suelen estar científica y profesionalmente mucho mejor documentadas. Existe una serie, de producción norteamericana donde el “Dr. X”, de humor agrio y cascarrabias al que nadie le cae bien, diagnostica y resuelve patologías muy dificultosas de descubrir y tratar, apoyado por un joven equipo médico. La serie es genial, como clínico el protagonista es estupendo, como médico, como sanitario, es pésimo, ... no trata al paciente, trata a enfermedades, se olvida de la persona. Por supuesto el éxito de los casos es exclusivamente para el personal médico, ... la figura de la enfermera a penas si aparece, y cuando lo hace es para “pinchar”, ¡cómo no! En algunas ocasiones, se muestra la figura de un médico todopoderoso, que todo lo sabe y todo lo hace (incluso el trabajo de competencia enfermera) que, debido a su humanidad, es capaz de bajar de su pedestal para mirar a los ojos a sus pacientes emocionalmente afectados por el estado de su salud, con tan noble fin como es el de consolar a sus pacientes. Llegado este punto quisiera recordar a los guionistas y productores que, el profesional que durante las 24 horas del día se encuentra en un plano más cercano al paciente es el de enfermería (incluido en éste, como no, el personal auxiliar), y que estos profesionales han sido formados, no sólo en el aspecto técnico clínico. La realidad nos muestra que la enfermera es el profesional más cercano al paciente, que no sólo cuida “pinchando”, sino que también comunica con el paciente, lo educa y asesora, clarifica sus valores, le informa, lo apoya en situaciones de crisis, le escucha, ... y todo ello lo hace, no por humanidad (que también) sino porque ése es su trabajo, tan importante como la realización de técnicas.

     La presencia de la figura de la enfermera en las campañas publicitarias, raya en algunos casos lo escandaloso. Me viene a la cabeza el anuncio de televisión en el que una joven ataviada con una bata blanca minúscula practicaba unas “extrañas maniobras de soporte vital” a un joven que acababa de utilizar un desodorante de una conocida marca. Inolvidable fue la campaña publicitaria de Corporación Dermoestética con motivo de su salida a bolsa, donde se representaba todo un ejército de bellas féminas enfermeras con batas blancas “minifalderas” en pose de modelos. Sin duda alguna toda una imagen de seriedad representativa de las enfermeras y enfermeros de la empresa Corporación Dermoestética. Parece que no tuvo mucho éxito pues un año después, los medios especializados en economía informan de unos resultados de beneficios mucho menores de los esperados y auguran un futuro no muy alentador. Parece que a la empresa le han salido arrugas.

     En fin, después de todo esto, nos gustaría terminar con una noticia esperanzadora. Según una reciente encuesta del Centro de investigaciones sociológicas (órgano del estado español), la profesión enfermera es la segunda mejor valorada por los españoles. Eso sí, después de la del médico, ¡cómo no!    

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