Comprendemos, denunciamos, solicitamos y creemos:
Comprendemos al Paciente y su Familia que en un momento de desesperación y
angustia, busquen el final del sufrimiento como una salida anhelada, en urgencias, al
Coordinador de urgencias que ayudó a tantos pacientes a terminar con el sufrimiento,
donde otra solución no cabía, al Enfermero/a que cada día se enfrenta con la angustia
cerca del paciente y de su familia teniendo la tranquilidad de ayudar a bien morir, al
Gerente que padece la permanente falta de camas, al Consejero de Sanidad teniendo que
tomar medidas no populares, al Denunciante intentando evitar la mala praxis en algún
paciente, máxime cuando el límite entre lo correcto y lo incorrecto escapa al
entendimiento común sobre el sufrimiento y la muerte.
Pero: Denunciamos que la urgencia no es el lugar idóneo para estos pacientes,
ni el lugar idóneo para prescribir y administrar estos tratamientos, que cualquier
coordinador de urgencias está presionado para mantener los ingresos por debajo del 8%
de las urgencias atendidas, que los puestos de coordinador y/o staff de urgencias están
ocupados por especialistas médicos no urgenciólogos o por enfermeros/as generalistas y
que no es aceptable, ni la forma ni a quien se han dirigido para la denuncia de los
hechos.
Por tanto: Solicitamos que se acabe ya de una vez con la falta de equidad en la
atención a pacientes con grandes dependencias derivadas de su enfermedad o de su
edad, que éstos y sus familias tengan información y acceso a una atención domiciliaria
integral, que el responsable del servicio tenga la posibilidad de derivar a los pacientes
con garantía de atención las 24 horas del día, que se habiliten medidas para que, en
caso de duda u objeción de conciencia sobre la ejecución de la prescripción médica a
enfermos paliativos, los enfermeros puedan ejercer su derecho, que se coordinen las
altas de enfermos paliativos con atención domiciliaria, para evitar su ingreso en
urgencias, que se dé el visto bueno a la especialidad de médico urgenciólogo y
enfermero de cuidados críticos y urgencias tan justificado y demandado por las
sociedades científicas y en definitiva que no
vuelva a darse el caso de acudir a quien no se debe provocando que la práctica termine
siendo discutida por no profesionales.
En definitiva: Creemos que el tema se debe dejar en manos de los responsables
de sanidad y de justicia; no de asociaciones, políticos o periodistas; y que estamos, sólo
en parte, en el buen camino con la futura Ley de Dependencia, con el desarrollo de
figuras como la Enfermera de Enlace y con la creación de Unidades de Hospitalización
Domiciliaria.
SEEUE
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