Sociedad Española de Enfermería de Urgencias y Emergencias

 Número 31

Mayo 2005  

 

Sociedad Española Enfermería

Urgencias y Emergencias

Revista indizada en

Base de datos de Revistas de Enfermería

 

 

 

Editorial

 

SOBRE EL SEVERO OCHOA 

Comprendemos, denunciamos, solicitamos y creemos:

     Comprendemos al Paciente y su Familia que en un momento de desesperación y angustia, busquen el final del sufrimiento como una salida anhelada, en urgencias, al Coordinador de urgencias que ayudó a tantos pacientes a terminar con el sufrimiento, donde otra solución no cabía, al Enfermero/a que cada día se enfrenta con la angustia cerca del paciente y de su familia teniendo la tranquilidad de ayudar a bien morir, al Gerente que padece la permanente falta de camas, al Consejero de Sanidad teniendo que tomar medidas no populares, al Denunciante intentando evitar la mala praxis en algún paciente, máxime cuando el límite entre lo correcto y lo incorrecto escapa al entendimiento común sobre el sufrimiento y la muerte.

     Pero: Denunciamos que la urgencia no es el lugar idóneo para estos pacientes, ni el lugar idóneo para prescribir y administrar estos tratamientos, que cualquier coordinador de urgencias está presionado para mantener los ingresos por debajo del 8% de las urgencias atendidas, que los puestos de coordinador y/o staff de urgencias están ocupados por especialistas médicos no urgenciólogos o por enfermeros/as generalistas y que no es aceptable, ni la forma ni a quien se han dirigido para la denuncia de los hechos.

     Por tanto: Solicitamos que se acabe ya de una vez con la falta de equidad en la atención a pacientes con grandes dependencias derivadas de su enfermedad o de su edad, que éstos y sus familias tengan información y acceso a una atención domiciliaria integral, que el responsable del servicio tenga la posibilidad de derivar a los pacientes con garantía de atención las 24 horas del día, que se habiliten medidas para que, en caso de duda u objeción de conciencia sobre la ejecución de la prescripción médica a enfermos paliativos, los enfermeros puedan ejercer su derecho, que se coordinen las altas de enfermos paliativos con atención domiciliaria, para evitar su ingreso en urgencias, que se dé el visto bueno a la especialidad de médico urgenciólogo y enfermero de cuidados críticos y urgencias tan justificado y demandado por las sociedades científicas y en definitiva que no vuelva a darse el caso de acudir a quien no se debe provocando que la práctica termine siendo discutida por no profesionales.

     En definitiva: Creemos que el tema se debe dejar en manos de los responsables de sanidad y de justicia; no de asociaciones, políticos o periodistas; y que estamos, sólo en parte, en el buen camino con la futura Ley de Dependencia, con el desarrollo de figuras como la Enfermera de Enlace y con la creación de Unidades de Hospitalización Domiciliaria.

SEEUE          

    

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