PREVENCIÓN Y TRATAMIENTO DE ÚLCERAS CRÓNICAS EN
URGENCIAS |
La creciente demanda de los Servicios de Urgencias
Hospitalarios, puesta de manifiesto en las sucesivas Memorias
del Insalud y los Servicios Regionales de Salud de las C.C.A.A
con competencias sanitarias transferidas, así como las
expectativas de vida y calidad de la misma en la población en
general (INE) evidencian un aumento en la demanda de Cuidados
Enfermeros por parte de los usuarios de más de 65 años, que
hacen preciso recuperar, entre los profesionales de Enfermería,
el gusto por el trabajo excelente. Como consecuencia lógica,
motivada por el cambio de actitud, obtendremos una nueva
realidad "la no aparición de lesiones en la piel, en pacientes
de riesgo que acuden a nuestras Unidades de Urgencias" debido a
la reagudización de sus patologías de base, siendo éstos más
propensos a la instauración de los diversos niveles de úlceras
crónicas.
La presente Recomendación Científica tiene por objeto no
la propuesta de metodología innovadora en la prevención
de la aparición de úlceras crónicas, dado que en la
actualidad los conocimientos al respecto están
científicamente contrastados, sino invitar a que se
practiquen, de manera clara esos conocimientos para que
el resultado de los mismos sea el esperado: la no
aparición de úlceras Crónicas (Dermatitis por contacto
con efluentes corporales, U.P. P, úlceras Yatrogénicas,
eta...)
Todos los diplomados de Enfermería que desarrollan su
actividad profesional en este ámbito de la asistencia
hospitalaria conocen el medio en el que se llevan a cabo
todas las prestaciones y, por lo mismo, parecería que
todos fuéramos conscientes de la necesidad de aplicarnos
al límite en las medidas de prevención de las úlceras
crónicas (Dermatitis por contacto con efluentes
corporales, U.P.P., úlceras Yatrogénicas)
La movilización de los pacientes (deambulación,
cama?sillón y cambios posturales), el control de
esfínteres y en su defecto la inmediata reparación de
sus consecuencias, la vigilancia de los puntos de apoyo
tanto en pacientes encamados como en sedestación, la
vigilancia del contacto con la piel y mucosas de las
diversas sondas que pueda portar el usuario, posibles
reacciones alérgicas a los tejidos de sábanas y ropa
hospitalaria, y tantas cuantas acciones son conocidas en
beneficio de la mejor estabilidad de los usuarios son la
primera fase a tener en cuenta y, por tanto, a aplicar
en las unidades de urgencias ya que éstas representan el
contacto inicial del paciente con el medio hospitalario
y las medidas no tomadas al inicio pueden complicar la
situación general del usuario y agravar su nivel de
salud.
El desarrollo tecnológico imparable de las diferentes
tecnologías de apósitos para la cicatrización de las
heridas en condiciones de ambiente húmedo, que nos
ofrece el mercado (hidrocoloides, films de poliuretano,
alginatos, hidrogeles, apósitos de silicona,
hidroreguladores, etc.) junto a la reciente
incorporación a la familia de foams de los apósitos
hidropolimérico en 3 D unido al progresivo desarrollo
del conocimiento sobre el cuidado de las heridas, ha
evidenciado la importancia que tiene el control del
exudado para conseguir la óptima cicatrización de las
mismas.
"La cantidad de exudado presente en una herida, puede
condicionar las posibilidades de su óptima
cicatrización, así, tanto un exceso como un defecto de
exudado pueden ser perjudiciales para el desarrollo de
los complejos procesos de cicatrización. Un exceso de
exudado puede provocar la maceración de la piel
perilesional, mientras que la ausencia del mismo puede
traducirse en un enlentecimiento de la cicatrización (Bale
S. Dones V. 1997)".
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